Cuando Jack se queda sin trabajo, él y su mujer Caroline deciden que hasta que encuentre otro se encargue de las labores domésticas y de los niños. Lo malo es que Jack no tiene la menor idea de cómo hacerlo, y convertirá todo en un desastre
Guerra Fría. Un adolescente descubre que sus padres, con los que forma la típica familia feliz americana, son, en realidad, espías soviéticos que emigraron a los Estados Unidos en su juventud y permanecieron inactivos durante veinte años, esperando que les llegara la orden de actuar.
Un expolicía de Chicago que se dedica a capturar forajidos recibe una oferta de cien mil dólares a cambio de encontrar a un contable que se ha fugado con dinero de la mafia. A primera vista, parece un trabajo sencillo, pero resulta que hay otro cazador de recompensas que busca al mismo individuo.
Mikhail Rostov (Richard Lynch), un peligroso terrorista que dirige a un grupo de mercenarios sin escrúpulos, planea comenzar una campaña de terror en los Estados Unidos, pero antes decide acabar con Matt Hunter (Chuck Norris), antiguo integrante de la CIA, que fue su bestia negra en el pasado. Mientras que Hunter trata de salvar su vida de cientos de enemigos que le buscan por todo el país, tendrá que destruir los planes de Rostov que amenazan la estabilidad del país.
Cuando Candy, un poli chapuza y Levy, un inepto abogado, pierden sus trabajos, se juntan en la Compañía de Seguridad “Perro guardián”. Después de un ridículo entrenamiento están listos para salir. Pero no pueden parar los robos que se siguen produciendo delante de sus narices. Pronto se percatan de que éstos no son accidentales, y que su empresa está aliada con el presidente de la unión de seguridad de gángsters...
Brewster es un jugador de las ligas menores de béisbol. Aunque no lo conocía, un rico pariente suyo acaba de fallecer y, para probar que Brewster comprende el valor del dinero, le impone en su testamento la prueba de derrochar 30 millones de dólares en cosas inútiles en un mes, sin poder poseer al final de ese tiempo absolutamenta nada de lo que haya gastado. Si tiene éxito, heredará otros 300 millones de dólares.
En las costas de Hawaii, un moderno y enorme portaviones de la marina americana se ve envuelto en una gigantesca y extraña tormenta que hace desparecer la nave. Pasada la tormenta, el capitán y la tripulación descubren que se han trasladado en el tiempo, concretamente al 7 de diciembre de 1941, el día en que los aviones japoneses bombardearon la base de Pearl Harbor.